jueves, 5 de mayo de 2016

Yo Valgo, Yo sirvo Yo puedo


¿Para cuantas cosas crees que vales?..
¿Para cuantas cosas crees que sirves?..
¿Para cuantas cosas crees que puedes?..
¿Cuándo crees que tocas fondo? ¿Es porque crees que todo el mundo está contra vos, o será más bien que vos estas contra vos?
¿Cuantos No Valgo, No Sirvo y No Puedo, tenés en la cabeza?
¿En qué momento desististe y te conformaste?
¿En qué momento sentiste que no vale la pena intentarlo ya que no lo vas a lograr?
¿En qué momento sentiste que hay personas con mejores cualidades que vos?
Probablemente de pequeño escuchaste muchos NO, no bailes, no inventes, no saltes, vos no sirves para las matemáticas, vos no sirves para la cocina, los hombres no lloran, y así cuantos más.
Los escuchaste suficiente para creértelos para decir: es verdad, Yo No Sirvo para Nada, Yo no Valgo para Nada, Yo No Puedo para Nada y para qué lo intento si igual me va a salir mal.
Pero resulta que ya no sos un nene, resulta que ya eres un Hombre o una Mujer, y te sigues boicoteando y limitando tu campo de acción.

Hasta cuando vas a jugar el rol de víctima, en qué momento vas a tomar acción en tu vida y hacer el cambio. 

Etiquetas



Has escuchado la siguiente frase: Cada ser Humano es igualmente diferente, es decir, que a pesar que somos de la misma especie, nuestros procesos mentales, sinapsis neuronales, y posicionamientos de órganos, no son iguales.
Entonces cual es la necesidad que tiene el ser humano de calificar y etiquetar la forma de ser de cada ser humano.
¿Quienes somos para definir que es normal, y que no?, ¿en base a qué  se mide?, te lo digo en base a lo “conocido”, es decir que todo aquello que no conozco es no normal, y por lo tanto se etiqueta.
Cuando etiquetas a las personas, estas metiendo en una mochila a todo lo que conoces de esa manera, y al mismo momento estas limitándote a conocer al otro, ni te tomás el tiempo para conocer  cuáles son las virtudes del que tenés al frente.
Cuando etiquetas te ponés una venda en los ojos, te cargas de limitaciones y de incertidumbres y te creas expectativas que el camino será difícil.
De la misma forma que etiquetas te etiquetan, en algún momento el círculo tiene que terminar

Permítete conocer al otro, permítete descubrir y ser descubierto.

Que sabio es nuestro cuerpo

Cuando estaba estudiando Gestalt (hace más de 6 años), antes de poder llevar personas para practicar mi rol como terapeuta, los ejerci...